martes, 4 de marzo de 2008

QUIENES SOMOS?












809 221 1413.

CENTRO DE ORIENTACION Y PREVENCION.

Somos una opción para la prevención y el tratamiento de los adictos a las drogas y el alcohol.


-------------------------------------------------

Las drogas entorpecen el buen funcionamiento de la sociedad y por ello, la misma sociedad debe sentirse responsable de aportar las contribuciones necesarias, en medios materiales y servicios humanos, para lograr la recuperación de sus hijos.

Somos el sueño realizado de un grupo de personas altruistas, que sensibilizados por el auge que las drogas han ido tomando en nuestro país, han decidido hacer y sostener un esfuerzo, contra viento y marea, para brindar una alternativa de solución.

Tenemos un lema: “ama a tu prójimo como a ti mismo”. Una frase corta que le recuerda a cada uno de los integrantes de la institución, el espíritu de ayuda desinteresada que desde los orígenes de la institución mueve la realización de nuestra empresa.

Tenemos un tema: “la responsabilidad”. Ya que toda nuestra capacitación gira en torno al principio existencial de responsabilidad individual, que promueve un cambio de actitud en el comportamiento individual y social, al darnos cuenta de que debemos responder por nuestras acciones, por cuanto somos los dueños de ellas.

Tenemos una filosofía que promueve la igualdad en dignidad de todos los seres humanos libres , y la posibilidad de recuperación del sentido de la dignidad y del orgullo de las personas, ya que su conciencia moral, es parte de su naturaleza divina.

Inculcamos los principios cívicos de convivencia, que promueven el respeto entre los seres humanos, y el uso responsable de la libertad.

Tenemos una mística: “que el tratamiento es implementado por líderes ex adictos”

Tenemos una bandera con dos colores: Azul alegórico al cielo y a las altas metas a la que aspira nuestro movimiento. Y amarillo, que hace alegoría al sol, el cual es la fuente de vida creativa.


Contactos

Tel: 809.221.1413
Email: ayuda@hogarcrea.net



Qué Hacemos?


Prevención:

Nuestras actividades se involucran en los dos grandes aspectos del problema:
las causas y las consecuencias de la adicción.

La actividad de prevención, trabaja sobre la causa del problema, que es la sociedad misma y sus complejidades, que generan un ambiente de desigualdad e inconformidad, corrupción y permisividad, que impiden que las personas encuentren propósitos definidos y se realicen. Sumado todo esto al problema de la inversión de los valores éticos y morales que tanto esta de moda.

La actividad de prevención tiene por objetivo concienciar a la comunidad sobre el problema de la adicción y lograr recursos humanos que permitan a la institución proseguir su labor de enseñanza. La actividad de prevención esta destinada pues a la conformación de un sostén comunitario, que le sirva de apoyo a la labor social que realiza la institución.

A la vez, la prevención incide sobre las instituciones sociales, principalmente sobre las familias, las escuelas, los vecindarios y los gobiernos, para que se hagan verdaderamente eficaces en ejemplificar y trasmitir los valores propios de nuestra cultura a las personas en formación. El color azul de nuestra bandera, que representa el cielo, hace alegoría a estas altas metas que la institución pretende alcanzar: la reestructuración moral completa de las generaciones futuras, que formarán la nueva sociedad.

Tratamiento:
La actividad del tratamiento se involucra con la intervención, inducción a tratamiento y rehabilitación del adicto activo.

Nuestro sistema de rehabilitación es el de “comunidad terapéutica”.Las comunidades terapéuticas son una modalidad de tratamiento revolucionario, para intervenir exitosamente a personas con trastornos de personalidad, que se reflejan en algún tipo de conducta antisocial.

Utiliza como medio de sanación, la convivencia misma entre personas que tienen un mismo tipo de problema.

El sistema tiene su mística o misterio que lo hace funcional:

Una persona que ha superado su estado de aberración, se siente competente para ayudar a otro a alcanzar ese mismo sentido de solidaridad comunitaria. Así los adictos se ayudan los unos a los otros a encontrar la salida el laberinto emocional y mental, en el que los deja prisioneros el uso de las drogas.

El grupo mismo dentro de la convivencia le sirve de espejo a cada individuo, señalándole sus fallas de personalidad y de carácter, sus maneras inapropiadas de bregar y sugiriéndole mejores formas de comportarse.

Así la persona recibe el reflejo objetivo, de lo que serían las consecuencias sociales de su comportamiento. El propósito de tal dinámica, es capacitar a la persona para la convivencia, y para enfrentar los problemas de la cotidianidad, sin sentir la necesidad de evadir sus insuficiencias, con el uso de drogas. No se trata, pues, de vencer la adicción a las drogas; enfermedad con la que el individuo debe aprender a vivir, sino de encontrar y hacer suyos los instrumentos, habilidades y destrezas necesarias que le faciliten su realización en la vida.


Aprender a llenar sus necesidades básicas de aceptación amor y participación dentro del mundo real, y alcanzar su propósito de llegar a ser, es importante para una persona cuya necesidad de evasión, surge de su incapacidad para enfrentar la realidad. Contamos también con el apoyo de profesionales de la psicología y la psiquiatría.

Nuestros centros de tratamiento se llaman HOGARES, porque en ellos debe existir un ambiente de hogar, dotado de un colchón afectivo, que es la base del crecimiento emocional, que le permite al grupo humano alcanzar sus altas metas de desarrollo, dando y recibiendo afecto, en la medida en que crece su sentido de valor personal.

También forma parte de este ambiente terapéutico una presión artificial, impuesta por mecanismos de control formado por normas estrictas que todos los integrantes de la comunidad se comprometen a cumplir, so pena de ser amonestados verbalmente, o sancionados con algún tipo de ayuda.

Un mecanismo de corrección, que son los señalamientos de las faltas en las que se incurre diariamente. Una disciplina o diario vivir, formado por varias modalidades de terapia, en cuya participación los residentes aprenden a expresar distintos tipos de emociones, redondeando así el desarrollo integral de su personalidad, y un eficaz sistema de supervisión, que es el agente de cambio por excelencia, ya que la persona tiende a mostrar siempre su mejor cara, cuando siente que es observado continuamente.

Este ambiente de protección privilegiada, le brinda al adicto las condiciones óptimas para poder defenderse de su compulsividad y encontrar mecanismos que le ayuden a sobrellevar su enfermedad, mientras se compromete con el desarrollo integral de su personalidad.

Contactos
Tel: 809.221.1413 Email: ayuda@hogarcrea.net


Qué es la Adicción?

Reconociendo la enfermedad:

Características.
La adicción es una enfermedad primaria, porque posee sus propios síntomas y no es derivada de otro trastorno mental.Es una enfermedad compulsiva, porque la persona pierde el control sobre los momentos y las cantidades de sustancia que puede consumir, desde que toma la primera dosis. Esto es debido a las alteraciones que se producen en el sistema neuronal.

Es una enfermedad obsesiva, porque el individuo solo tiene una idea fija en su mente: la de cómo sostener y mantener su consumo.

Es una enfermedad crónica, porque el individuo jamás podrá llegar a tener la facultad de ingerir alcohol o cualquier droga de una manera controlada.

Es una enfermedad progresiva, porque la pérdida de control sobre ella va en aumento paulatinamente.

Es una enfermedad ilusoria, porque el individuo queda atrapado en un sistema de autoengaño completo, alejado de la realidad y niega absolutamente que la droga sea un verdadero problema.

Es una enfermedad fatal, porque si no es intervenida a tiempo, puede llevar a la muerte.

Reconociendo la enfermedad: Su dinámicaLa adicción es una enfermedad, como la diabetes o el cáncer.Puede desarrollarse muy rápidamente, o bien de manera muy lenta y progresiva.

Puede aparecer en cualquier etapa de la vida, desde la niñez, hasta la vejez.

Habrá consumidores casuales, sociales y hasta excesivos o abusadores, que tendrán la suerte de poder dejar de usar la droga cuando quieran.

El adicto, por otra parte, siempre va a necesitar ayuda.


Adicto es, pues el que tiene la enfermedad de la adicción.


Única solución: Nacer de nuevo.

El resultado de los repetidos fracasos en el tratamiento de la adicción, hizo al cabo que los mismos enfermos empezaran a buscar sus propias respuestas y se convirtieran en sus propios guías espirituales, sus propios psicólogos y sus propios médicos.
Los primeros en tener éxito en la recuperación de alcohólicos y adictos, fueron los grupos de auto ayuda de alcohólicos anónimos.

Estos grupos combinaron el conocimiento de medicina, psicología y teología de tal forma, que desarrollaron un programa de sobriedad y crecimiento humano muy completo y eficaz.

El proceso los conllevaba a revalorizarse y a lograr un despertar espiritual, que lograba que se estrecharan de nuevo sus lazos con Dios y con sus familiares.

Biología de la enfermedadLas alteraciones químicas en el cerebro, le impiden al adicto su funcionamiento normal.
El cerebro del adicto necesita la droga para recuperar su equilibrio.
El adicto necesita la droga para reemplazar sus sustancias químicas naturales.
De la misma forma en que se comportaría el organismo cuando tiene sed o hambre al faltarle el agua o el alimento necesario, así se comporta el cerebro del adicto con respecto a la droga.
El centro instintivo del cerebro es el que le avisa al adicto que necesita la sustancia con la que ha establecido una dependencia.
Así surge el afán del adicto por satisfacer su deseo tan fuerte.
De modo que el deseo de consumir droga es un mensaje urgente de supervivencia para el adicto (consume o muere).
Al adicto se le reconoce porque manifiesta una compulsión física por consumir la sustancia, es decir, que nadie puede prever ni predecir si esta persona actuará de acuerdo con sus principios o si la compulsión se apoderará de su cuerpo y no podrá detenerse.

El adicto no controla la droga. Es la droga la que controla al adicto. La droga altera el funcionamiento sistema nervioso central y produce cambios en los estados de ánimo y en el comportamiento normal de la persona.

Ninguna droga puede hacerse psicológicamente atractiva, sin que hayan ocurrido estos cambios físicos en la actividad celular del cerebro, los cuales- resultan de, y contribuyen a- el uso repetitivo y creciente de la sustancia.

El desequilibrio químico en el cerebro, que es la enfermedad como tal, lo causa la perdida creciente de neurotransmisores, sustancias químicas que nos provocan todo tipo de emociones. Los neurotransmisores se pierden porque la droga bloquea los receptores o los emisores que debieran recibirlos, y así impide que los neurotransmisores sean reasimilados por la célula que lo produjo.

Esa mecánica constituye la parte biológica de la enfermedad.Un dato interesante de saber es, que el efecto emocional intenso de la droga, no es resultado de la droga en sí, sino del exceso de neurotransmisores, que asaltan en mayor cantidad a las pocas neuronas que no están bloqueadas por la droga.

La parte mental de la enfermedad.

A nivel mental la enfermedad afecta de la siguiente manera:
El cerebro no llega a percibir claramente la relación entre el consumo de la droga y las consecuencias negativas que le produce.

El cerebro racional se convence a si mismo de que es lógico responder a la necesidad de drogarse, porque la droga le causa enorme alivio de la ansiedad y de la angustia, además de que le borra todo sentido de culpa.
Pero como aparte de eso, le produce tantas lagunas mentales en las que se reprime, o definitivamente se olvidan los comportamientos vergonzosos, la persona solo relaciona el recuerdo del consumo, con las memorias de placer y no con ninguno de los aspectos desagradables que le trae como resultado.

En fin que la locura del adicto no es lo que hace cuando esta bajo el efecto de la droga, sino el que nunca por sí mismo llegara a darse cuenta de que la droga es la causante de sus problemas.

La locura del adicto es el permiso que se dará una y otra vez de volver a consumir, a pesar de las claras evidencias de que su vida se esta deteriorando por culpa del consumo.

La parte mental de la enfermedad, consiste pues en un sofisticado sistema de autoengaño, de negación de la realidad y de justificación para volver una y otra vez al consumo.

El deterioro físico y moral se hace evidente con el paso del tiempo.

Cuando la conciencia del adicto comienza a advertir que algo anda mal, ha generado para ese entonces tantos sentimientos de culpa y remordimientos, ya porque se ha hecho a si mismo y a otros, tantas promesas de controlar su adicción que terminan en rotundo fracaso, ya porque su conducta inmoral logre hacer que se odie a si mismo, que le asalta la inevitable angustia en la que siente que es mejor no haber nacido ni existido nunca.

Es este el momento en el que toca el fondo emocional tan horrible en el que la vida pierde todo sentido; y si llegado a este punto, no se produce la intervención necesaria para salvarlo, la enfermedad puede llegar a ser fatal.


Las adicciones puras.

Existen las llamadas adicciones puras.

En ellas la responsable del desbalance químico del cerebro, no es una sustancia ajena al cuerpo, sino la misma conducta del individuo.

Así como saltar de un paracaídas puede alterar la emocionalidad entera de una persona, hay individuos que descubren acciones que lo elevan y le producen el placer que, en otros adictos les son producidos por la ingestión del alcohol o el consumo de drogas.

Estas son: las adicciones al juego, las adicciones a la comida, al sexo, al trabajo, etc.
Las características primordiales, al igual que en los otros tipos de adicción, es que al individuo se le deteriora su conciencia moral, pierde la facultad de sentir vergüenza, y su comportamiento apunta hacia la gratificación por medio a la repetición compulsiva de la misma conducta, minimizando todas las consecuencias negativas a corto o largo plazo que le pueda generar.

De todo ello se deduce que el eje del comportamiento adictivo, no es necesariamente la búsqueda de placer, sino la evasión de la realidad emocional.


Características del Adicto

Sufre un trastorno de la personalidad la adicción es un síntoma del problema

No acepta ser adicto, no reconoce que necesita ayuda, niega sus problemas.

Vive en una subcultura particular de ellos y usa un lenguaje típico para comunicarse.

Es una persona con inteligencia promedio o mas (en su mayoría)

Tiene conflicto con la autoridad y la rechaza.

Es egocéntrico e individualista, no se preocupa por los demás, es el sol y los demás giran a su alrededor.

Distingue entre el bien y el mal, no es un loco, pero cuando actúa lo hace mal (actúa primero y después piensa)

Tiene pobres controles internos.

Es inconsistente, no persevera. Comienza las cosas pero no las termina y no tolera la rutina.

Vive el presente, es un niño. Quiere las cosas cuando las pide y no puede esperar.

No planifica en base a la realidad. (Se casa sin trabajo, se compra carro nuevo aunque no tenga como pagarlo).

Es manipulador, siempre quiere salirse con la suya. Los otros son los que están mal y trata de justificar su conducta.

Es inmaduro, ansioso e inseguro.

Le gusta vestir y calzar bien. Compra zapatos y ropas caras aunque no trabaje.

no aprende de sus experiencias ni de las de otros.

Es irresponsable en sumo grado, difícil de manejar. Si quiere un carro, se lo roba.

La persona que no es adicta planifica, economiza o pide préstamos y los paga.

Tiene un alto nivel de frustración y bajo de tolerancia.

Su estima propia es baja.

Carece de culpabilidad hacia el mismo, los demás son los que siempre tienen la culpa.

Es un vago no le gusta trabajar, le gusta la vida fácil.

Manifiesta una constante inestabilidad en el trabajo (cambia mucho).

Carece de remordimiento y de sentido de culpa. A veces siente arrepentimiento, pero no le dura mucho.

Gusta de hacer promesas que no cumple.

Presenta embotamiento afectivo, no siente amor por nadie y se le hace difícil recibir amor.

Es mentiroso y se cree sus propias mentiras.

Tiene ambiciones desmedidas, no a todo con real situación, quiere ganas mucho dinero aunque no tenga ningún oficio o destreza.

Tiene gran capacidad para seducir y agradar.

no se conformo nunca con lo que tiene, entre mas se le de, mas quiere.

Muchos tienen identificación pobre con su propio sexo.

Tiene conflictos con las mujeres, las ve como objeto que puede usar como quiere.

Tiene un concepto pobre de su hombría, para ellos el machismo impera.

El más macho es el que mas droga usa, el que conquista más mujeres o el que engaña más.
Trata de modificar al mundo de acuerdo a sus propios intereses, el tratamiento debe ser como ellos dicen.

Es un ser desconfiado por excelencia.

A veces se torna irascible, negativo, hostil, manipulador, superior al terapeuta en conocimiento sobre adicción.

Es rechazado por la sociedad por su conducta, no por su persona.

Puede controlar su vida si se lo propone.

Puede modificar su conducta, también sus actitudes si se lo propone (puede re-educarse)


Si usted, un familiar o un amigo se identifica con 3 o más de estas caracteristicas solicite ayuda de inmediato llamando al número de telefono 809.221.1413 o mande un email a
ayuda@hogarcrea.net


Prevención y Ayuda

Es mejor prevenir, que tratar una enfermedad como la adicción, ya que recuperarse de ella representa un esfuerzo que se debe sostener para toda la vida.
El problema de la adicción, parece siempre lejano de nuestra casa, pero no lo está. Este es un momento histórico en el que urge que el mundo entero se unifique para combatir esta plaga que amenaza con corroer los cimientos mas firmes de nuestra estructura social.

La realidad es que no podemos aislar un solo factor, (la familia, el individuo) y empezar a echarle la culpa a ese factor solamente de que la adicción exista.

Esa sería una solución simplista. La sociedad completa debe regenerarse.

Los sistemas complejos en los que vivimos contribuyen a facilitar y fomentar desigualdades y descontentos, angustias y frustraciones que facilitan y contribuyen a que el problema de la adicción se desarrolle.

La prevención aspira a la creación de un ambiente social en el que las personas puedan encontrar respuestas a todas sus necesidades, sin recurrir a la droga ni a otros comportamientos antisociales, destructivos o autodestructivos.


Esto requiere un trabajo persistente de orientación a las familias principalmente, que incida sobre la formación del carácter de las generaciones venideras. Estas generaciones son la semilla de una nueva sociedad.

Instituciones como la nuestra, trabajamos con recursos limitados, pero no nos cansamos de advertir acerca del hecho de que todos debemos asumir responsabilidad en este asunto. Directa o indirectamente estamos relacionados con el problema y eso nos hace responsables de contribuir a alguna solución.

Un trabajo conciente de prevención, solo se podrá llevar a cabo, cuando en nuestra mentalidad, hayamos destruido la negación.

El primer paso es concienciar sobre el tema.

Destruir los mitos, para eso son estas páginas.

El segundo paso, y este solo puede llevarse a cabo mediante los recursos materiales y humanos que se manifiesten, es la re-educación integral de la sociedad. Nuestras estrategias tienen un contenido específico y cuentan con un sistema y un proceso para poder llevarse a cabo, pero necesitamos ayuda.

El tercer paso, y para esto hacemos el llamado, es la formación de coaliciones: conjuntos de comités voluntarios con representación de todos los grupos de la comunidad, del sector privado y público, que se reunirán para establecer parámetros, metas y objetivos, planificar estrategias y desarrollar planes de acción.

Ofrecemos los servicios de capacitación a través de talleres de crecimiento de carácter.Comunícate con nosotros, si quieres participar en esta labor social que nos involucra con la recuperación de nuestros hijos y con la re-estructuración de nuestros sistemas de valores.

Tel: 809.221.1413 o mande un email a ayuda@hogarcrea.net


La Intervención

Cómo llevar al familiar o ser querido a tratamiento para que se interne a recibir ayuda?

Intervenir a un adicto significa crearle una crisis emocional.
Lograr que el enfermo llegue lo más rápidamente posible al “punto de crisis” y se decida a buscar ayuda antes de que la enfermedad siga progresando.

Por lo general si se le da rienda suelta al adicto, este punto de crisis no se llega a producir hasta que “toca fondo”. Tocar fondo significa que llega a una situación limite en la que hasta el mismo consumo se le hace insostenible, debido a que ha agotado todos sus recursos, sociales, morales, económicos, físicos y mentales.

Es inhumano dejar que una persona, que ya no es responsable de si mismo, se deteriore a tal extremo.Incluso en esta etapa avanzada, cuando la negación esta destruida y el adicto llega a tener lucidez sobre su problema, es incapaz de salir solo del letargo, a menos que alguien le sugiera asistencia.
Pero para poder intervenir a un adicto es necesario provocar un ambiente que logre romperle la “negación”.

Como vemos en el apartado de “conociendo al adicto”, el síntoma distintivo de la enfermedad de la adicción es una peculiar forma de sentir y pensar de la persona afectada por el desequilibrio neuronal, que lo induce a una total negación de la realidad de su problema.Estos arraigados y muy fuertes mecanismos de defensa, están apoyados en emociones alteradas y protegidos por los daños en la memoria, que la misma droga agrava cada vez más.

El adicto no puede ver claramente, que la responsable de todas las consecuencias adversas que esta sufriendo es su adicción.

Más bien tiende a adjudicarle el problema, a la incomprensión de los que lo rodean, la culpa de todo el desastre que se ha vuelto su vida la tienen las circunstancias o los demás.

El adicto no percibe claramente la necesidad de dejar de consumir, o de ingresar a un centro de tratamiento.

Cuando se le sugiere que busque algún tipo de ayuda, piensa que no la necesita y reacciona levantando sus defensas.

Para romper esta situación de letargo en que la enfermedad lo va depositando, hay que intervenirlo, y hacerle volver a la realidad.

Al adicto no puede pedírsele que apele a su fuerza de voluntad, ni que controle su consumo.

Todas estas cosas están fuera de su alcance, porque ha perdido por completo su autodominio y su poder de determinación, aunque no lo pueda admitir.

La intervención efectiva es aquella que se realiza de forma programada, con conocimientos científicos sobre su problema, con humana comprensión hacia el estado alterado del enfermo, y con una sensitiva aceptación de su condición de ser humano.

La intervención efectiva, debe estar libre de enojos y resentimientos, y más bien llena de amor, comprensión e interés genuino de ayudar al enfermo a recuperar su condición de persona libre y digna.

¿Cuándo se debe hacer una intervención?

Preferiblemente debe evitarse que la persona este bajo los efectos de la droga.

El momento óptimo, es después de una fuerte resaca moral, en la que se sienta verdaderamente culpable por las cosas que ha tenido que hacer para facilitarse su consumo.

¿En que lugar debe intervenirse?

Lo ideal es invitarlo a un sitio que no sea su propia casa, para evitar que tenga libertad de movimientos.

El lugar óptimo es la casa de un familiar al que le tenga cierto respeto y que todavía no haya perdido su ascendencia sobre el enfermo.

¿Quiénes deben estar presentes?

Mientras mas personas importantes en la vida del adicto se puedan reunir, mejor.La negación se ira rompiendo en la medida en que el va escuchando a una persona tras otra exponiendo los hechos y sentimientos que han ido alterando la paz de su relación.

Además de que tendrá un fuerte impacto sobre él, el hecho de que tantos amigos y familiares sientan lo mismo y hayan observado cosas similares.No será fácil derrumbar la opinión de varias personas.

Pero si algún miembro de la familia falta, es posible que el adicto asuma en su negación, que tal persona esta de su parte y eso debilite la intervención. Este tipo de reunión puede incluir hasta a sus vecinos o íntimos amigos. Todo el que haya tenido una relación afectiva con el enfermo y sea testigo de los cambios negativos que se han producido en su conducta, como resultado de su adicción, pueden formar parte de esta reunión, si quieren.


¿De que manera debe hacerse?No se puede dejar nada a la suerte en una intervención. Todo tiene que estar previsto.Aun el hecho de que en primera instancia el adicto se niegue a someterse a tratamiento, el haber escuchado a tantos interesados hablarle de su sufrimiento y del de ellos, ablandará su resistencia y hará que tarde o temprano busque ayuda.

Hay que ensayar la intervención primero. Evitar las palabras moralistas y despectivas. Aunque el propósito es lograr que la persona advierta la relación entre su adicción y los trastornos en su personalidad que le causa, y logre aceptar que necesita recluirse en un programa de recuperación, lo ultimo que debe mencionarse es la idea de recluirse en tratamiento, porque si se empieza a hablar de ello primero, el adicto se cerrara a todo lo demás, y sentirá mucho miedo.

Importante:Cada uno de los miembros de la reunión, debe darse a la tarea de escribir todo lo negativo que ha observado en la conducta del adicto, cuando este estaba bajo la influencia de la droga. Tiene que indicar el día, la fecha y los hechos más objetivos y concretos, que les sea posible recordar.

Hay que hacerlo por escrito, porque la intervención estará cargada de mucha tensión y a veces se piensa que se podrá recordarlo todo, pero lo que visualizamos claramente el día de ayer, puede que hoy no lo sepamos expresar debidamente.El papel escrito, evita que el adicto pueda discutir o inventar excusas, nos permite no desperdiciar el tiempo y saber a ciencia cierta lo próximo que le vamos a decir. Es importante que uno incluya las emociones que experimentó para sí mismo y por el familiar adicto: miedo, enojo, pena, vergüenza, compasión.

El tono de la amonestación, debe ser sereno y firme; sin drama, sin histeria, sin acusación.

Es importante separar cuidadosamente en la mención de los hechos, a la persona real, de la que tiene su conducta afectada por el efecto de la droga.Una vez el adicto admita todas estas cosas, el grupo tiene que estar preparado para empezar a insistir en el plan ideal. El plan ideal será siempre, que acepte un internamiento, ya que la adicción no puede superarse a menos que el individuo se aísle y trabaje sobre su personalidad, fuera de la influencia de su medio social y familiar. Cuando al final de la exposición, se empiece a negociar con el adicto, deben tenerse preparadas varias opciones de tratamiento.

Es posible que en primera instancia, el adicto prefiera un tratamiento semi-interno o ambulatorio. E
En tal caso debe pedírsele un favor a cambio de aceptar el plan presentado por el enfermo:
que firme un contrato donde indique que si recae otra vez en la droga, aceptará un programa más intensivo.
El fin es que en la primera intervención, debe tratar de conseguirse lo más que se pueda. Sin perder de vista que lo ideal es que el acepte el programa de internamiento residencial.

¿Y si el adicto rehúsa someterse a cualquier tipo de tratamiento?En ese caso el grupo deberá darle un ultimátum al paciente y hacerle ver que no pueden seguir apoyando su enfermedad.

Todos deben hacerle sentir que lo aman demasiado para seguir permitiendo que se deteriore en esa forma.

El ultimátum deberá estar acompañado de ciertas restricciones.
Si la intervención no da el resultado esperado, la familia debe ser paciente. De todas maneras el encuentro ha servido para catalizar algunas emociones.

Todos han cambiado durante el proceso de preparación y ya al menos saben como conseguir ayuda para sí mismos, independientemente de lo que haga el adicto.


Pero en el 85% de los casos este tipo de intervención da el resultado esperado, en el mismo momento, o al cabo de unos pocos días. Por eso es necesario establecer una meta para la intervención, venciendo de antemano, todas las posibles excusas que el adicto pueda tener para no someterse en el momento:
deudas, trabajo, hijos, compromisos etc.


Para más información


Tel: 809.221.1413 o mande un email a ayuda@hogarcrea.net







No hay comentarios: